Los Lakers volvieron a decepcionar una noche más con su tristísima defensa, hasta el punto de convertir el quinteto titular de los Bucks en un auténtico rodillo ante el que poco pudieron hacer los angelinos. Volvió a ocurrir lo de casi siempre: los Lakers se escapan un poco en el marcador hasta conseguir una ventaja de 8-10 puntos y, a partir de ahí, todo son problemas. De repente dejan de jugar al baloncesto y convierten la defensa en un pasillo hacia la canasta, esperando a ver algún tipo de fallo. Encima, por si fuera poco todo esto, Kobe se lesionó y parece que pinta mal, además de las molestias de Nash. Parece que el tren de playoffs puede estar a punto de escaparse (103-113). Lo bueno es que el resto de conjuntos tampoco parecen deseosos de hacerse con el octavo puesto en el oeste de los angelinos. Anoche sus mayores persecutores, los Mavericks, fueron destrozados completamente por los Pacers en Dallas. Tras una primera mitad igualada, Indiana puso la quinta marcha y tardó unos minutos en irse a +15 en el marcador. Paul George jugó un auténtico partidazo y terminó con 24 puntos y un 10/17 en tiros de campo, además de 8 rebotes y 6 asistencias. Además, estuvo bien acompañado por los 16 puntos y 11 rebotes de Hibbert, que sigue acumulando buenos partidos sin parar (103-78). Por último, en el partido en el que nadie se jugaba nada, los Kings demostraron ser el mejor de los peores derrotando con facilidad a los Suns. Demarcus Cousins destrozó la zona de Phoenix con 34 puntos y 14 rebotes (ay, si hiciera esto siempre…), y con esto tuvieron más que suficiente los chicos de Sacramento para vencer a la pobre plantilla de los Suns (por mucho que luego vayan y apabullen a los Lakers) (117-103).