Siena no fue capaz de aprovechar el primer matchball de la finalísima en Milano. Un inicio muy malo de los locales no parecía indicar esto. A pesar de que Nicolò Melli estaba a buen nivel, el resto de sus compañeros no le acompañaban, y se dejaban superar fácilmente, sobretodo en defensa. Siena jugaba rápido, eléctrico, y Milano lo miraba. Pero este no era el plan de partido de Sergio Scariolo y sus jugadores. Así, del 12-24 final del primer período, se ha pasado en 10 intensos minutos en defensa de los locales, a un esperanzador 33-37, conseguido gracias a la gran defensa de Omar Cook sobre Bo McCalebb que se ha visto totalmente anulado en este segundo cuarto. Tras el paso por los vestuarios la situación no ha cambiado, prácticamente. Los milaneses han seguido a un gran nivel tanto en ataque como en defensa que les ha llevado a la primera ventaja, que al final del tercer período era de seis puntos. Todo estaba abierto, y parecía que en el último cuarto las defensas, el juego trabado y la emoción estarían en gran medida en el partido. Pero los dos primeros han desaparecido. En un cuarto de gran calibre anotador, el parcial ha sido de 28 a 29, y a pesar de que los de Scariolo no han podido parar a McCalebb en gran medida, ellos han respondido muy bien en ataque, manteniendo la ventaja que les ha llevado a mantener viva aún la eliminatoria que volverá a Siena el domingo.