La única eliminatoria de Semifinales de Conferencia que quedaba viva buscaba una próspera muerte en Massachusetts. Se enfrentaban dos equipos con una larga historia en séptimos partidos de Playoffs, aunque hacia 10 años que no se enfrentaran, y han tenido caminos muy parecidos ara llegar a este punto. El TD Garden teñido de blanco y con una presentación propia de una final comenzaba la batalla. Boston salió enchufadísimo, con jugadas ágiles y todos los titulares aportando, lo que llevó a un parcial de 10-2 que obligó a Doug Collins a pedir el primer tiempo muerto. Parecía que los Sixers habían salido a verlas venir, pero conectaron mejor con sus jugadores interiores para devolver un buen parcial e igualar la contienda a mitad del cuarto, con el 15-15. La terna Iguodala, Brand (15 puntos) y Williams (7 puntos) lo hacía todo en el bando visitante, y los Celtics se mantenían erguidos gracias al soplo de aire fresco que dio Michael Pietrus al final de cuarto, con lo que pudo mantener el marcador en el empate a 20. Pareció una repetición televisiva el inicio del segundo envite, pues los locales volvieron a empujar fuerte, con Pierce (15 puntos y 9 rebotes) aportando en ataque y tomando una pequeña ventaja de 5 puntos, que automáticamente fue devuelto a la igualada por los 76ers de la mano de Jrue Holiday (15 puntos y 9 asistencias). Los porcentajes eran bajísimos en esta franja del encuentro, algo que Boston trató de paliar metiendo balones a Garnett (18 puntos y 13 rebotes), con lo que consiguió por fin despegarse un poco de los Sixers, llegando al descanso con 41-33, su mayor ventaja en el partido junto al parcial inicial. Tras el merecido respiro, Boston trató de prolongar más su ventaja de la mano de Brandon Bass (16 puntos), y llegó a conseguir una ventaja de doble dígito, pero Evan Turner (8 rebotes) hacía daño una y otra vez a su defensor y Philly lo utilizó para ponerse a 4 mitad de manga. Todo se mantuvo con el intercambio de canasta, hasta que André iguodala decidió reducir la ventaja él solito aprovechando unas cuantas buenas defensas consecutivas de su equipo. Tuvo el liderato en su mano, pero una canasta sobre la bocina de Garnett dejaba las cosas 55-52 al final del 3º. En el último cuarto, juego todavía más trabado -si es que no lo había estado durante el resto del partido- y el ambiente perfecto para que los celts se pudieran mover con facilidad. Pero se encontraban en dificultades al tratar defender a alguien tan versátil como Thaddeus Young (6 puntos y 10 rebotes). La diferencia en el electrónico oscilaba cual péndulo. Allen (11 puntos) se entonaba. A 5:16 para el final, Iguodala (18 puntos) sobresalía y Pierce cometía su 5ª falta personal, en lo que parecía el último cartucho para los visitantes. Y, acto seguido cometió la 6ª y no jugaría más. Boston se quedaba sin "La verdad", y Rajon Rondo (18 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias), el jugador más determinante de los Celtics este año, cogió la resposabilidad debida y, acompañado de su ya usual triple-doble, puso el partido en el zurrón local con una serie de jugadas consecutivas propias del jugador franquicia del equipo. El cansancio parecía una de las claves en la previa del encuentro, y se materializó en una paupérrima serie de tiros durante la mayor parte del encuentro, que se maquilló al final. Philly quedó con un 35% en tiros de campo, y Boston con un 3/17 en tiros desde el triple. Así, Boston Celtics consigue por un total de 4-3 el pase ante Philadelphia 76 ers y avanza hasta las Finales de Conferencia del Este, donde se enfrentará a Miami Heat por un puesto en las Finales 2011-12. El primer envite, el 28 de mayo a las 2:30 en horario peninsular.