Dimitros Diamantidis se conjuró con la diosa fortuna y ganó, con dos triples, a Unicaja, el último a falta de 1.4 segundos para poner a su equipo por delante al final del encuentro. El conjunto heleno empezaba fuerte el partido, con la superioridad física de su alero Romain Sato, que con 7 puntos se convertía en el líder griego. Unicaja no acertaba en ataque (sólo Fitch daba síntomas de saber atacar) ni en defensa, donde una vez tras otra el equipo malacitano dejaba solos a los jugadores del Panathinaikos en la línea de 6.75 que convertían tiro tras tiro. Fitch se retiraba de la pista para dar entrada a Saúl Blanco, que por primera vez en la temporada se le vio con ganas de atacar la canasta. El final del primer cuarto llegó con el equipo heleno por delante en el marcador (17-27). El alero Sato y el ala pívot Smith fueron los jugadores más destacados en el primer periodo. A máxima ventaja en el marcador llegaba a 8:02 del final de la primera parte. Panathinaikos lograba doblar a su rival en el marcador (17-34). Poco a poco, el equipo cajista le fue cogiendo el ritmo al partido, en el momento en el que el base letón Valters se situó en la dirección del conjunto. El equipo griego tuvo que pedir tiempo muerto para evitar la reacción local, de la mano del pívot croata Luka Zoric. Por parte griega, sólo Diamantidis era capaz de aguantar el ritmo en el segundo cuarto con 12 puntos, merced a los 4 triples conseguidos. El periodo finalizó con un triple de Valters que situaba el marcador al descanso de 43 a 45. El trío arbitral se fue pitado por el público local, que vio desafortunadas algunas acciones de los colegiados. Las defensas se entonaron en el tercer periodo y llegó el momento del base Sarunas Jasikevicius. El coronel lituano comandó a su equipo y, junto con Diamantidis, mantuvo a su equipo por delante, mientras que Zoric seguía siendo el pilón ofensivo de los malagueños, que seguían por debajo en el marcador al término del tercer cuarto (57-58). Unicaja y Panathinaikos se jugaban el partido en los últimos 10 minutos. Sin Rowland, con Freeland tocado, el Unicaja tiró de coraje en defensa para que el equipo heleno, con una plantilla de mayor calidad, no pudiese despegarse. Así se llegaba a falta de 5 minutos con el “Pana” 1 arriba. No sería hasta el minuto 38 donde el Unicaja se puso por primera vez por delante en el marcador (68-67). Ahí llegaría el momento de Unicaja, que se entraría en el último minuto con 3 puntos de ventaja. Dos tiros libres del equipo heleno ponían e lmarcador a un punto, pero un triple de Valters a falta de 15 segundos pronosticaban una victoria final para el conjunto español. Ahí llegaría el momento de Diamantidis. Un triple a falta de 10 segundos ponía el marcador de nuevo en 1. Falta a Darden y el alero norteamericano erró uno de los tiros libres. 9.6 segundos y balón para los atenienses. La bola en las manos de Diamantidis, que en una posición picaresca, anotó el triple final a falta de 1.6 segundos. 76-77 y tiempo muerto de Unicaja. Los chicos de Chus Mateo no supieron materializar la última jugada y la victoria se fue a tierras helenas. Zeljko Obradovic: “Quiero felicitar a mis jugadores por una importante victoria y a Málaga por el gran encuentro.” Chus Mateo: “Los chicos y la afición se merecían la victoria.”