Varios son los torneos que se están viviéndose estos días en la liga universitaria, pero destaca sobremanera el que dio comienzo antesdeayer en la Isla de Maui, Hawaii. Nos referimos al MAUI INVITATIONAL, del que dicen es el mejor torneo "in-season" de la NCAA tanto por su lugar de celebración con paisajes paradisiacos, como por los equipos participantes. Muestra de ello es que la edición del año pasado, fue un preludio de lo que ocurrió en la March Madness ya que el campeón en Hawaii fue Connecticut que a la postre se convirtió en el campeón nacional en la Final Four celebrada en Houston. Este año los equipos participantes están siendo: Michigan, Memphis, Tennessee, Duke, UCLA, Missouri, Kansas y Chaminade. Y precisamente hoy se jugará la final en el Lahaina Civic Center y enfrentará a Duke-Kansas tras deshacerse los primeros en cuartos de final de Tennessee en un partido en el que sufrieron, pero no tanto como en las semifinales ante Michigan. Los Jayhawks se plantan en la final tras ganar primero a Georgetown, y después con holgura a UCLA. Partidazo el que se podrá vivir esta noche entre 2 equipos en buena forma, ambos dentro del Top25, y con muchas ganas de agradar. Por un lado los Blue Devils que a pesar de estar con 6-0, no están jugando todo lo bien que se espera de ellos. Poco equilibrio entre el juego interior y el juego exterior lo que les hace muy predecibles y muy dependientes de su tiro lejano, dando la sensación de que muchas veces se olvidan del poderío interior que tienen con los hermanos Plumlee. El freshman Austin Rivers metiendo puntos pero tirandose hasta las zapatillas, Seth Curry cumpliendo pero que desaparece de los partidos en muchos momentos, y gracias a jugadores como Andre Dawkins o sobretodo en este torneo Ryan Kelly, los de Coach-K siguen sin perder. Por parte de los Jayhawks, que ya han perdido un encuentro contra la megapotencia Kentucky, destacar sobretodo el papel de TyShaun Taylor y de Thomas Robinson, ambos con más de 16 puntos por encuentro, y el segundo sumando además 11,7 rebotes. Sigue siendo un gran programa baloncestístico el del equipo de Bill Self, y un conjunto del que nunca te puedes fiar. Duke tendrá una dura piedra de toque esta noche que ya no será Belmont o Tennessee. Como lleguen al final del partido con posibilidades para Kansas, no tengo duda que no perdonarán como los equipos anteriores, algo justificable por ser programas más humildes, y además no estar pasando por sus mejores años.