La Font de Sant Lluís se vestía de gala la noche en que el Power Electronics Valencia regresaba a la Euroliga después de seis años y medio. Lo hizo con derrota (56-72) ante un Panathinaikos falto de ritmo, pues sólo había disputado un encuentro oficial de la Copa griega. El conjunto de Zeljko Obradovic estuvo liderado por Dimitris Diamantidis, que llevó el timón del equipo en todo momento. Por su parte, el cuadro valenciano se presentaba sin Nando de Colo, Jeremy Richardson y James Augustine, mientras que Serhiy Lishchuk y Robertas Javtokas jugaban con molestias.

En los primeros compases del partido, el equipo valenciano empezaba muy intenso con a una gran defensa y solvencia en el rebote. Pero la reacción de los helenos no tardó en llegar, y con un parcial de 0-10 se abría la primera brecha en el marcador. Fue entonces Claver quien cogió el testigo y con cinco puntos seguidos acortó las diferencias (15-17 tras los primeros diez minutos).

El segundo cuarto comenzaba con un ritmo frenético, donde la superioridad física del juego interior griego marcaba las diferencias. Los hombres de Manuel Hussein se colocaron en una zona 2-3 para tratar de frenar el impulso visitante, pero gracias a la dirección de Dimitris Diamantidis, el acierto exterior de Drew Nicholas y un inconmensurable Mike Batiste en la pintura, Panathinaikos volvía a distanciarse en el electrónico (27-42 al descanso).

El paso por los vestuarios no benefició a los valencianos, que seguían a remolque del cuadro dirigido por Zeljko Obradovic debido a un constante intercambio de canastas. No obstante, bajo las bases de una rocosa defensa y el acierto desde la línea de tiros libres, el Power Electronics Valencia conseguía bajar de la psicológica barrera de los diez puntos (45-51, min. 29), encontrando su mejor hombre en la figura del capitán Víctor Claver (10 puntos en este periodo).

Las bajas en el cuadro valenciano, y un Rafa Martínez lejos de su mejor versión, hacían pensar que sólo cabía apelar a la épica. En el ecuador del último cuarto era precisamente el escolta de Sant Pedor quien hacía vibrar a la Fonteta con dos triples consecutivos. Pero la veteranía de Panathinaikos, ahora encomendados a un inspirado Romain Sato, se hacía notar con una diferencia que iba en aumento.

Poco a poco, los de Atenas fueron acabando con la esperanza local. El buen trabajo de los de Hussein durante gran parte del encuentro se veía ahora injustamente empañado por el empuje visitante.

Finalmente, el marcador fue de 56-72, y el Power Electronics Valencia no pudo debutar con victoria en esta nueva aventura europea. El Panathinaikos, con un excelso Diamantidis (8 puntos, 4 rebotes y 7 asistencias para 22 de valoración), fue muy superior a su rival y se llevó el triunfo en una difícil pista.

Zeljko Obradovic, satisfecho con el trabajo de su equipo, afirmó que “es importante empezar ganando fuera”, y deseó “de todo corazón que Valencia esté siempre en la Euroliga”. Por su parte, Manuel Hussein lamentó haber jugado “cuatro partidos en uno”, aludiendo a la diferencia del juego mostrado entre los distintos cuartos. Además, consideró las pérdidas un factor fundamental en la derrota, y concluyó que no era justo “hablar de los ausentes”. “En algunos momentos ha sido un querer y no poder”, lamentó el técnico taronja.

56 Power Electronics Valencia (15+12+20+9): Cook (9), Rafa Martínez (16), Claver (15), Pietrus (1) y Lishchuk (4) --quinteto inicial-- Javtokas (3), Savanovic (4), Simeón (2), Fernández (2).

72 Panathinaikos (17+25+13+17): Diamantidis (8), Nicholas (8), Kaimakoglou (-), Tsartsaris (8) y Batiste (13) --quinteto inicial-- Perperoglou (10), Maric (5), Sato (8), Tepic (3), Fotsis (3), Vougioukas (4), Calathes (2).

Árbitros: Jungebrand (FIN), Taurino (ITA) y Herceg (CRO). Sin eliminados.

Pabellón: Fuente de San Luis. Alrededor de 8.000 espectadores.