El Caja Laboral está más cerca de conseguir su tercer título liguero. Ayer volvió a conseguir otra machada ganando por segunda vez consecutiva en el Palau. Nadie hubiera podido imaginar que el super Barça, campeón de todos los trofeos este año, pudiese perder dos partidos consecutivos en su casa. Pero ahí está el Baskonia, un equipo que ha planteado de una manera sensacional la eliminatoria. Ayer supo manejar el partido a su antojo, a pesar de que el Regal Barça fue por delante en el marcador durante casi todo el encuentro. El partido empezó como se esperaba. El Barça apretó los primeros minutos y consiguió un parcial de 6-0 en el inicio. Pero el Baskonia sabía cómo jugar al Barça. Al igual que el primer partido, el conjunto de Dusko Ivanovic jugó a marcador corto, la única posibilidad de ganar  al Barça. Al descanso 38-33. El tercer cuarto se convirtío en un carrusel de errores por parte de los dos equipos. Pero, en realidad, ese ritmo le beneficiaba al Caja Laboral. Juan Carlos Navarro estuvo desaparecido, Ricky Rubio firmó otro partido para olvidar y, sólo un combativo Pete Mickael, mantenía a flote al super Barça. En el Caja Laboral, Spitter no consiguió derrumbar a los pivots azulgranas y no promedió los puntos del pasado jueves. En el último cuarto, Marcelinho puso la guinda a la remontada con un actuación memorable en los últimos minutos. La remontada era real 69-70. El próximo viernes, el Caja Laboral tiene la primera oportunidad para sentenciar esta liga. Será en Vitoria. El Buesa Arena ya está preparado para la fiesta.