Brutal el Unicaja lo que ha hecho en esta Copa del Rey que gana por segunda vez en su historia y en esta ocasión venciendo a todos los cabezas de serie entre ellos Real Madrid y FC Barcelona. Las lágrimas de algunos de los protagonistas, nada más acabar, así lo confirmaron. El triunfo en la final frente al Tenerife fue la culminación de un torneo difícilmente irrepetible para los malagueños, superando a Lenovo Tenerife (80-83), que se resistió hasta los últimos segundos bajo la dirección de un inmenso Marcelino Huertas (21 puntos, 10 asistencias), pero acabó por claudicar en el Olímpic de Badalona. El nombre de Tyson Carter, elegido MVP, autor de 17 puntos y canastas claves, estará asociado a esta segunda Copa de Unicaja, pero será imposible desligarla también de la pizarra del técnico vitoriano Ibon Navarro, responsable de convertir al cuadro malagueño en el ‘matagigantes’ del torneo
El Lenovo Tenerife marcó el paso de la final de entrada, echando mano, de su fórmula de éxito. A falta de piernas, con los dos equipos muy castigados físicamente en su tercer partido en poco más de 48 horas, los dos finalistas recurrieron al talento, y el que despuntó de inicio fue el de la dupla, Huertas-Shermadini, los dos jugadores que han convertido al equipo de La Laguna en una referencia.
Cuando la conexión funcionó, se abrieron ventajas interesantes para el equipo de Vidorreta (33-26, m. 16). Pero el Unicaja no es de esos equipos que se vayan de los partidos. Aun sin la inspiración de inicio de Perry y Carter, sus dos jugones, el Unicaja encontró soluciones para superar sus problemas en ataque estático con la inspiración de Kalinoski y de Díaz y mantenerse pegados en el descanso (39-36).
El momento para el cuadro tinerfeño pareció llegar en la vuelta de los vestuarios. En unos minutos de máximo inspiración, el Lenovo encadenó siete ataques consecutivos sin fallo, mientras el Unicaja no encontraba soluciones. El margen para el Tenerife parecía realmente confortable (53-44, m 26), pero desapareció en un instante por una racha espectacular de un Tyson Carter desatado, autor de 10 puntos en el cuarto, que devolvió la igualdad (60-60) para afrontar el periodo decisivo y contagió de energía a la plantilla del Unicaja, que fue mucho más consistente que el Tenerife en el momento decisivo, abrió una brecha importante para entrar en los últimos tres minutos (69-77), después de un triple de Osetkowski y se benefició de una falta antideportiva clara de Shermadini al propio pívot estadounidense, a falta de 40 segundos, para sellar un triunfo que dispara la felicidad en Málaga.
