El Estu resurge a costa de un Unicaja estudiantilizado
Fecha lunes, 27 de enero a las 03:25:39
Tema Noticias de la ACB


El Efecto Javi Zamora impulsa al Movistar EstudiantesAcaba la decimonovena jornada con la cabeza inamovible salvo el escandaloso tropiezo del Bilbao Basket en Gran Canaria, los cambios han venido por la zona baja donde el nueva colista es el Montakit Fuenlabrada tras perder de forma contundente en Murcia y junto al tropeizo del Betis en Barclona son los grandes damnificados de la jornada donde todo el resto de quipos consiguieron vencer destacando al victoria del Movistar Estudiantes ante el Unicaja que le saca del farolillo rojo de la clasificación aunque continue aun en puestos de descenso pero empatando con Betis. Nemanja Radovic lideró el triunfo del Casademont Zaragoza en Badalona, tras una actuación memorable. El ala-pívot montenegrino sumó 32 créditos de valoración, para obtener además la designación como Jugador de la Jornada por segunda vez en su carrera en la Liga Endesa



San Pablo Burgos 54-70 Iberostar Tenerife
Inicio muy entretenido en Burgos, marcado por un juego de claro carácter ofensivo. El intercambio de canastas durante los primeros cinco minutos nos dejaba un encuentro alegre e igualado pero esta tónica no duró más. La entrada a pista de Shermadini, que comenzó el partido desde el banquillo, cambió el guion. Joan Peñarroya estaba obsesionado por frenar al pivot georgiano pero no hubo forma. Nada más aparecer en la pista Shermadini marcó territorio dentro de la zona. Los pivots de Burgos se unieron a la lista de defensores impotentes ante el poderío de Shermadini. Burgos sólo aguantó el primer cuarto (24-25, min 11). CB Canarias apretó atrás en el segundo periodo y comenzó a salir al contraataque con mucha facilidad. Las transiciones finalizadas por Lundberg acercaban la ventaja visitante a la decena de puntos. Los locales se sentían cada vez más incómodos en la pista. Álex López, que regresaba a Burgos, controló el juego a placer durante el segundo cuarto. Dos triples de Dani Díez elevaron la diferencia por encima de los diez puntos, un margen muy peligroso para un Burgos que veía con resignación la imposibilidad de frenar a un rival lanzado. Y, como no, siempre estaba Shermadini (17 puntos, 8 rebotes, 24 de valoración) dentro de la zona para amargar la existencia en el juego interior. La superioridad de CB Canarias fue más que evidente (34-50, min 20). Le bastó el segundo cuarto para dejar encarrilado el encuentro, que tomó un tono muy diferente tras el descanso. Se volvió más áspero, más espeso. La anotación bajó en picado, algo que le venía de perlas a CB Canarias que mantenía una diferencia muy holgada. Su rival estaba sin ideas. Burgos acabó entregandose al individualismo en el último cuarto. No le sirvió de nada, de hecho agravó la situación. Clark se jugó hasta las zapatillas pero no le entraba nada. Nadie apareció para sacar al conjunto local del agujero. Los minutos finales fueron para olvidar. Ninguno de los dos equipos llegó a los diez puntos en un último cuarto que se convirtió en un indigesto trámite. CB Canarias despachó sin alardes un triunfo más que le mantiene cerca de los dos grandes futboleros.
UCAM Murcia 94-71 Montakit Fuenlabrada
Booker ya adelantó en los primeros minutos a Fuenlabrada que le esperaba una tarde dura en Murcia. Como es habitual, tomó el protagonismo absoluto del ataque de UCAM Murcia y lo hizo con mucho acierto. Los primeros nueve puntos de los locales fueron obra suya. A Jota Cuspinera se le veía muy nervioso y paró el partido rápido con intención de frenar el caudal anotador de Askia Booker. El tiro exterior acudió al rescate del conjunto del sur de Madrid. Los triples permitieron al Fuenla ajustar el marcador. Gillet se convirtió en un referente fiable en ataque. Ese peculiar ala-pivot que apenas pisa la pintura pero que estuvo muy acertado en el perímetro durante el primer cuarto. El acierto exterior visitante continuó en el segundo cuarto. Fuenlabrada aprovechó la ausencia en pista de Booker para dar la vuelta al marcador, amparado en un buen porcentaje en el tiro de tres. Un triple de Anthony Brown puso por delante a Fuenlabrada (29-31, min 14) y Sito Alonso no quiso esperar más para volver a contar con Booker. El cambio fue instantáneo en UCAM Murcia. Booker (21 puntos, 6 asistencias, 20 de valoración) continuó con el destrozo realizado en el primer cuarto. Se marchó al descanso con 16 puntos pero su aportación no se limitó a anotar. UCAM Murcia creció a su alrededor. Kyle Hunt empezó a hacer daño en la zona. La defensa aumentó la intensidad hasta anular por completo el juego ofensivo rival. Fuenlabrada fue incapaz de anotar en los últimos cinco minutos del segundo cuarto. En cuanto se acabó el acierto del tiro exterior se agotaron todas las vías de anotación de Fuenlabrada. Encajó un 12-0 hasta el descanso que le dejó muy tocado (41-31, min 20). Ya no levantaría cabeza. La aportación de Richotti y Bobrov en los minutos iniciales del tercer cuarto sólo valió para intercambiar canastas. No pudo aguantar mucho más el ritmo anotador de UCAM Murcia. Lentamente, UCAM Murcia aumentaba la distancia hasta convertirla en irreversible. Demasiadas vías de agua en la defensa rival. Cate se imponía en el juego interior y aparecía Rojas (13 puntos, 16 rebotes, 28 de valoración) como anotador inesperado. Un jugador más conocido por su excesiva intensidad, salpicada en ocasiones por la marrullería, ofició de ejecutor para romper el partido (74-52, min 29). El 0-9 de parcial logrado al inicio del último cuarto fue la última señal de vida que ofreció Fuenlabrada. UCAM Murcia devolvió de inmediato el parcial para disipar cualquier atisbo de esperanzas. Le esperaba un final muy tranquilo que aprovechó Larentzakis para hacer unos buenos números. La derrota tan abultada ante un rival directo marcó la sentencia para Jota Cuspinera, cesado y sustituido en el banquillo por Paco García.
Barça 77-59 Coosur Betis
Pesic pensó que el Betis era el rival idóneo para darle un respiro a Mirotic, ausente en la convocatoria. El transcurso del primer cuarto parecía darle la razón. Kuric comenzó acertado en el perímetro y Oriola apareció como punta de lanza del indiscutible dominio azulgrana en el juego interior. El rebote ofensivo concedía con frecuencia tiros extra. También la defensa tuvo un nivel de dureza que no permitía anotar con facilidad al Betis. Todo muy plácido (24-15, min 11), el momento ideal para que regresara a las canchas Heurtel superada su larga lesión. Sin embargo los verdiblancos aún dieron señales de vida durante mucho tiempo. El tiro exterior le permitió a los verdiblancos mantenerse a flote durante el segundo cuarto. Lo cómodo que resulto el primer periodo llevó al Barça a despistarse. Perdió demasiados balones por pura pereza. Tampoco los triples entraban. Ahora sí echaban de menos a Mirotic. El Betis desperdició varias ocasiones para igualar el marcador hasta que dos tiros complicados de Slaughter (16 puntos) pusieron por delante a los de Curro Segura (28-29, min 17). El Barça se desesperezó lo justo para marcharse con ventaja al descanso pero la falta de tensión no desapareció al volver de vestuarios. Al Barça le faltaron velocidad e ideas para superar las defensas alternativas del Betis. Se contagió del descontrol de su rival y las pérdidas de balón eran una constante sobre la pista. Kuric (17 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración) era el único que veía aro pero su acierto bastaba para que los de Pesic tuvieran una ligera ventaja. Al Betis le pesaban sus limitaciones, Conger (16 puntos, 4 rebotes, 17 de valoración) no era suficiente para voltear la situación aunque los béticos aguantaron el tipo hasta el inicio del último cuarto. Hasta ahí le valió intercambiar canastas, la gasolina no le dio para más. No defendió bien las entradas a canasta y el Barça tomó una ventaja que sería irreversible. Oriola (15 puntos, 4 rebotes, 19 de valoración) hizo un destrozo en la zona para romper el partido. El parcial de 12-2 fue definitivo (66-54, min 36). El Betis se vino abajo en la recta final y acabó avasallado en los últimos minutos, que aprovechó Heurtel para aparecer y recuperar sensaciones. Parece que no va a tardar mucho en recobrar un buen nivel competitivo. Anotó los siete últimos puntos de su equipo para poner un marcador final engañoso aunque poco necesitó un Barça a medio gas para tumbar a un rival con muchas carencias en el Palau Blaugrana.
Casademont Zaragoza 72-93 Joventut
El minuto de silencio por Robert Archibald, ex-jugador de Joventut que falleció con apenas 39 años, precedió a un encuentro que continuó con tristeza para la Penya. El bache de Basket Zaragoza parece agua pasada. Acribilló desde la línea de tres a los verdinegros en los primeros minutos. Cuatro triples en cinco minutos para marcar con diferencias rápidamente (6-16, min 5). A Joventut le costó despertar pero le pagó al equipo maño con la misma moneda. Los triples empezaron a entrar en el tramo final del primer cuarto y Basket Zaragoza ya podía sentir el aliento de los verdinegros en el cogote pero con el segundo cuarto volvió el apagón a la Penya. Radovic aportó dentro de la zona nada más salir. El aperitivo de lo que estaba por llegar. Le costó a Joventut cuatro minutos anotar en el segundo cuarto. Para entonces había encajado un parcial de 0-9 que devolvía la diferencia a la decena de puntos. Sólo anotaba de tiro libre, aprovechando que su rival entró pronto en bonus pero le valió para reducir diferencias y meterse en el partido. Joventut fue creciendo en defensa y sacó partido al trabajo de Omic (15 puntos, 10 rebotes, 16 de valoración) en el juego interior. Con el rival a tiro, Prepelic (24 puntos, 3 asistencias, 20 de valoración) tomó protagonismo para dar la vuelta al marcador. Diez puntos seguidos del esloveno pusieron por primera vez arriba a Joventut (35-34, min 18) pero a Basket Zaragoza no le temblaron las piernas por la reacción local. Apareció el talento joven al filo del descanso. A Krejci no le pesó en absoluto mirar el aro en cuanto le llegó el balón. Ni siquiera un triple afortunado de Joel Parra supuso un impedimento para que Basket Zaragoza se marchara por delante al descanso con otro triple postrero de Radovic (41-43, min 20). La igualdad no desapareció en la reanudación. El ansia anotadora de Prepelic y los triples de Joventut contra la efectividad inagotable de Radovic dentro de la zona. El ala-pivot montenegrino hizo verdaderos estragos en la defensa verdinegra, que no supo qué hacer para frenar a un jugador que anotaba desde cualquier parte. Radovic tenía la muñeca caliente y sus compañeros tenían claro quién se la debía jugar. Evidente, le salía todo. Incluso cuando salía fuera a tirar, también anotaba de tres. Poco pudo hacer Joventut ante la exhibición de Radovic (29 puntos, 8 rebotes, 32 de valoración, MVP de la jornada), gran responsable de un parcial de 0-16 que encarrilaba el triunfo de Basket Zaragoza (53-69, min 27). La Penya trató de sobrevivir a impulsos pero los arreones de casta no fueron suficientes para bajar la diferencia de los diez puntos. El tiro exterior de Basket Zaragoza se encargó de completar el trabajo en el último cuarto aprovechando las pérdidas verdinegras. Joventut acabó desquiciado. Prepelic acabó expulsado por sus protestas a los colegiados con el partido ya resuelto. Los verdinegros acabaron recibiendo un castigo que escoció a la grada. Incluso se escucharon algunos pitos. La racha de triunfos ya hace semanas que pasó a la historia y regresó la cruda realidad. En cambio, Basket Zaragoza reencuentra su mejor juego para olvidar definitivamente el pequeño bache que ya quedó atrás.
Baskonia 73-77 MoraBanc Andorra
La dosis de moral y optimismo que trajo el triunfo a domicilio contra el Real Madrid se diluyó con la fractura de pómulo de Henry en la jornada europea. Ninguno de los tres bases que comenzó la temporada estaban disponibles para Ivanovic, que sólo contaba con Sergi García como base puro. Los problemas en la dirección fueron evidentes. Le faltaba soltura al equipo vitoriano, a rebufo de un rival que mandaba con pequeñas ventajas sin hacer nada especial. Sin embargo, Andorra acusó los minutos que pasó en el banquillo Hannah. Le faltó criterio y a base de pelear el rebote ofensivo y forzar personales Baskonia logró igualar el marcador en el tramo final del primer cuarto. Fall se impuso con facilidad bajo el aro a un Clark endeble. El parcial de 15-4 obligó a Ibon Navarro a contar de nuevo con el base titular (24-17, min 12). El cambio fue instantáneo. Dos acciones de Sy (15 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) en el perímetro sacaron a Andorra del letargo. Baskonia acusó la falta de un base. Ni Janning ni Stauskas funcionaron como directores improvisados. Los triples de Hannah evitaron que Baskonia volviera a tomar distancia tras varios desajustes defensivos. Ocho puntos seguidos del base para poner de nuevo por delante a los visitantes. La falta de acierto en el triple suponía otro obstáculo más para Baskonia. Un juego deslavazado que nada tenía que ver con lo ofrecido una semana antes en el Palacio de los Deportes (33-37, min 20). Tampoco hubo gran mejoría tras el descanso pero los problemas ofensivos de Andorra, que tardó más de tres minutos en anotar, al inicio del tercer cuarto le permitieron al equipo vitoriano recuperar el mando gracias a un 6-0 de inicio. Fue una ilusión, el juego de Baskonia no adquiría regularidad durante un tiempo prolongado y en cuanto Hannah puso orden y Andorra volvió a encontrar espacios el dominio pasó a manos del conjunto andorrano. Ni siquiera la pelea bajo tableros de Shengelia aportó demasiado, Baskonia desperdició demasiados tiros libres. Shields (18 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias, 21 de valoración) era el único con acierto y dejar el juego ofensivo en sus manos es una invitación al individualismo. Jugando a tirones, a golpe de acción individual, estaba claro que iba a conceder a Andorra esperanzas fundadas en salir victorioso del Buesa Arena. No le falta talento a Andorra para mantener el tipo con ataques poco elaborados. Dos acciones de 2+1 de Dejan Todorovic al inicio del último cuarto aumentaron el pequeño margen que disfrutaba Andorra (51-57, min 32). Madurando un poco más las jugadas no le costó a los visitantes doblar buenos balones a Musli cerca del aro. El partido se le complicaba demasiado a Baskonia, los nervios se trasladaban a unos aficionados que ya se impacientaban ante el juego tan espeso de su equipo, demasiado lento para abordar una defensa bien ordenada. No era capaz de anotar ni cerca del aro. Andorra desperdició varios ocasiones de romper el partido pero se lo estaban poniendo a huevo (55-65, min 36). Los tiros libres de Polonara sólo alargaron lo inevitable. El intercambio de canastas no le llevaba a ninguna parte a Baskonia. Un contraataque finalizado con un contundente mate de Sy puso la sentencia en el último minuto. Sexta derrota en casa de Baskonia, que volvió a la cruda realidad. Su victoria en Madrid fue casualidad. O aprovechó que el Real Madrid está en mal momento. Quien lo sabe pero sigue sin salir del agujero.
Herbalife Gran Canaria 92-54 RETAbet Bilbao Basket
Aunque le costó unos minutos Gran Canaria logró salir de un comienzo de partido lleno de desacierto para dominar el partido con claridad. En cuanto entraron los triples marcaron diferencias sobre un Bilbao Basket al que le costaba mirar el aro. Como las desgracias no vienen solas, Jaylon Brown tuvo que marcharse lesionado al banquillo. Sufre una fractura en el pie derecho, un serio varapalo para Los Hombres de Negro. Mumbrú sentó pronto a un desacertado Bouteille pero sin su máximo anotador no marcharon mejor las cosas. Los tiros libres de los jugadores exteriores eran el único sustento para un Bilbao Basket que le costaba horrores anotar y sufría el acierto de Harper en la línea de tres (22-10, min 9). Regresó Bouteille en el segundo cuarto y durante unos momentos Bilbao Basket pudo mantener un intercambio de canasta. Pronto se agotó el acierto pero al desatino se unió Gran Canaria en unos minutos desconcertantes. Esta fase le sirvió a Bilbao Basket para situar la desventaja por debajo de los diez puntos pero el regreso a pista de Harper lo cambió todo. El paso por el banquillo no acabó con su efectividad en la línea de tres. Un tormento desde el perímetro. Sus compañeros tenían claro que estaba en racha y no dudaron en sacar balones fuera para que se jugara un triple. Harper fue tremendamente efectivo, alimentando las miserias de un rival que seguía peleado con el aro y arrastraba un paupérrimo porcentaje en tiros de campo. Pese al empeño que ponía Lammers con tan poca producción era imposible hacer frente al festival de Harper (24 puntos, 4 rebotes, 21 de valoración), que con una bandeja en el último segundo ponía la rúbrica a un primer tiempo espectacular. 21 puntos con 5/6 en triples. Él solo había hecho trizas el partido (48-26, min 20). La abultada diferencia llevó a la relajación a Gran Canaria. Un respiro para Bilbao Basket, que encontró espacios para atacar con mayor velocidad. Bouteille (15 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración) y Rousselle redujeron distancias e invitaron a pensar que aún había partido. Sólo fue una ilusión. Dos triples de Shurna (13 puntos, 8 rebotes, 18 de valoración) devolvieron el desánimo a las filas visitantes. Se había terminado el recital de Harper pero ya no era necesario que siguiera exhibiéndose. Bilbao Basket ya no encontró la manera de levantarse del golpe. Proliferaron los malos tiros que allanaron el camino del triunfo a Gran Canaria. Un parcial de 15-1, del que Beirán (16 puntos, 6 rebotes, 24 de valoración) tuvo buena parte de culpa, enterró definitivamente a Los Hombres de Negro, irreconocibles durante todo el partido (73-45, min 31). Acabaron arrollados tras bajar los brazos, atropellados por un rival sembrado al que le salía todo. Okoye (14 puntos, 3 rebotes, 19 de valoración) aprovechó los minutos finales para reivindicarse. Lo necesita, su temporada está siendo muy discreta. Bilbao Basket no había dado una imagen de impotencia y debilidad así en toda la temporada. Una bajada brusca de la nube en el Gran Canaria Arena.
BAXI Manresa 75-80 Real Madrid
Cuatro derrotas consecutivas y a las puertas de una crisis antes de visitar el Nou Congost. Ese era el panorama del Real Madrid antes de visitar a un rival que atravesaba un buen momento. Pese a esta racha negativa el equipo blanco salió muy centrado en Manresa. Buen trabajo en defensa, con Tavares y Garuba cerrando el aro. Deck hizo mucho daño con su verticalidad, atacando sin pensarlo la zona local. El Madrid tampoco dejó de buscar a Carroll. En sus momentos más bajos de su exitosa carrera, tanto anímica como deportivamente, cuenta con un respaldo incondicional de sus compañeros. Entre Deck y Carroll acapararon gran parte de la anotación de un Madrid lanzado desde el 2-12 inicial. Ambos también frenaron el intento de reacción rival, dos triples tras el primer tiempo muerto de Pedro Martínez. La efectividad en el tiro, 8/11 en los primeros siete minutos, resultaba incontestable. El Madrid seguía ampliando diferencias (10-24, min 7) respecto a un rival que vivía de aportaciones individuales. Vaulet apareció como revulsivo en la parte final del primer cuarto aprovechando que Llull empezó el encuentro nada fino. Dani Pérez le apoyó con un par de canastas al comienzo del segundo periodo pero con acierto ocasional no iba a dar para plantar cara. Deck (17 puntos, 11 rebotes, 28 de valoración), que anotó 13 puntos en once minutos, era un azote contínuo. Los desajustes defensivos rivales permitían al Madrid mantener la ventaja por encima de los diez puntos. Pero, como ocurriera la semana pasada, el segundo cuarto significó un bajón para el conjunto de Laso. Se bloqueó y perdió balones con mucha facilidad. Manresa se metió en el partido corriendo tras cada error madridista. Vaulet (19 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración) derrochó actividad a los dos lados del campo y, en cierta medida, repitió las pesadillas creadas en los últimos encuentros por Shved, Pierria Henry o Larkin. Por si fuera poco, Campazzo cometió la tercera falta a minuto y medio del descanso. Un problema considerable. El parcial adverso continuó hasta un 17-2 que ponía por delante a Manresa por primera vez (38-37, min 19). Dos tiros libres de Llull con el tiempo agotado devolvieron el mando al equipo blanco al descanso pero Manresa había entrado de lleno en el encuentro. Lo confirmó tras volver de vestuarios. La intensidad de Eulis Báez en los minutos iniciales del tercer cuarto controló los intentos rivales por abrir brecha. Kravish encontró un filón en el tiro de media distancia para sortear a Tavares (10 puntos, 10 rebotes, 19 de valoración), al que se agarró el Real Madrid visto que no tenía el día en el tiro exterior. Tampoco podía esperar nada de un Laprovittola improductivo que fue sentado a los cinco minutos. Cada día sorprende más que no se le busque un relevo. Los tiros libres permitían al Madrid mantener el marcador igualado pero las pérdidas de balón le costaban muy caras, Manresa sacó mucho provecho de ellas corriendo sin dudar hacia el aro visitante. En estático, Mitrovic no rehuyó la pelea bajo el aro por mucho que tuviera delante a Tavares. Y no le fue mal. Los fantasmas de las recientes derrotas se le aparecían a un Real Madrid que se encaminaba hacia un nuevo descalabro (66-59, min 31). Laso volvió a echar mano de Carroll y Deck, inéditos hasta entonces en la segunda mitad. Aunque esté en un mal momento jamás se verá a Carroll escurrir el bulto. Tomó relevancia para sacar al Madrid del agujero. Un parcial de 2-10 le ponía de nuevo por delante pero la cuarta falta de Campazzo acabó con la progresión. Pese a que Manresa tampoco estaba nada fino en la línea de tres y desperdiciaba demasiados tiros libres volvió a ponerse un punto arriba. El final igualado era inevitable. Un terreno en el que se maneja muy bien Manresa, un escenario en el que resulta muy peligroso. La precipitación de los bases del Madrid daba razones para pensar en otro triunfo ajustado de los de Pedro Martínez pero esta vez conocieron la otra cara de la moneda. Una bandeja contra tabla de Deck puso el 83-84 a 45 segundos del final. Dani Pérez dispuso de un triple cómodo pero añadió otro error más en la línea de tres de Manresa. Aunque con algún momento de suspense, Campazzo (13 puntos, 4 asistencias, 16 de valoración) no falló en el tiro libre. Sólo un triple podía evitar la derrota local. Cvetkovic encontró hueco para jugarse un triple frontal pero acabó lanzando una piedra infame. La pelea por el rebote acabó en saque de banda para Manresa. Aún quedaban tres segundos para otro intento pero los árbitros cambiaron la decisión tras observar en el monitor que Dulkys fue el último en tocar el balón. Adiós a las opciones de Manresa. Thompkins se deshizo de Báez para machacar el aro y poner la guinda a una victoria muy sufrida. Fin a la racha de derrotas pero el Madrid no transmite fiabilidad con la Copa a la vuelta de la esquina.
Movistar Estudiantes 78-68 Unicaja
Javi Zamora se estrenaba en el banquillo de Estudiantes como sustituto del destituido Dzikic. Menudo marrón para un hombre de la casa, encargado de sacar del pozo al equipo colegial. Si no había alicientes de sobra, el regreso de Brizuela añadió otro ingrediente más. Si Estudiantes quiere escapar al abismo no le queda otra que presentar pelea y compromiso. El rebote ofensivo y los tiros libres cortaron de raíz el dominio inicial de Unicaja, que se apoyó en sus bases para mandar durante los primeros minutos. Un espejismo que se difuminó en cuanto se puso a perder balones con una insistencia que acabó desesperando a Luis Casimiro. Como no estaba acertado en el tiro de tres a Estudiantes le costó unos minutos aprovechar el desaguisado rival pero era cuestión de tiempo que penalizara al contraataque tantos regalos. No arregló nada Brizuela, recibido por su antigua afición con división de opiniones. El desastre de Unicaja acabó en derrumbe durante el segundo cuarto. Toney Douglas conectó de maravilla con Arteaga, que superó en todo momento a Rubén Guerrero. Los cambios defensivos de Estudiantes desconcertaron por completo a Unicaja, sin ideas ni acierto ni cuidado del balón. Se cayó con todo el equipo. Un Scrubb (22 puntos, 3 rebotes, 23 de valoración) infalible y letal en el triple destrozó en el partido cuando apenas llegaba a la mitad del segundo cuarto (39-17, min 14). Para entonces el parcial llegaba a un 24-3 que suponía un bochorno para el equipo malagueño. El desastre era irremediable. Unicaja perdió catorce balones en la primera parte y sólo Adams (18 puntos, 4 rebotes) se salvaba de la quema. En cambio, el juego de Estudiantes rebosaba confianza. La mejor versión de la temporada en el Ramiro. Un cambio radical. Javi Zamora no tuvo reparos en recurrir a Vicedo y Sola, los representantes de la cantera y los grandes olvidados de Dzikic. Todo sobre ruedas en una primera parte fantástica (47-26, min 20). Unicaja necesitaba una transformación milagrosa para tener alguna oportunidad. El intercambio de canastas no le servía de nada, la diferencia permanecía estable en la veintena. Dispuso una defensa presionante aprovechando que no le señalaban personales. La mayor intensidad atrás obró el milagro, al Estu se le apagaron las luces. Parcial de 0-13 que metió de lleno en el partido a Unicaja. Los tiros libres cuando llegaron las primeras faltas visitantes supusieron un breve alivio. Con todos los jugadores nacionales en pista el juego de Unicaja era otro. Carlos Suárez se hizo fuerte en el rebote ofensivo. La diferencia seguía menguando con los tiros libres de Unicaja, que sacaba partido al exceso de personales de su rival. Hasta doce faltas le señalaron a Estudiantes durante el tercer cuarto. Dos triples de Jaime Fernández y Alberto Díaz pusieron el partido al rojo vivo al inicio del último cuarto (60-58, min 30). Todo el trabajo del primer tiempo de Estudiantes cerca de malograrse pero le vino bien a los colegiales que los árbitros permitieron más contacto en el periodo final. Volvió a bloquear a Unicaja, al que le costaba lanzar y cuando lo conseguía penaba con la falta de acierto de Brizuela, superado por las emociones en su regreso a casa. Un parcial de 12-0, basado en los triples de Avramovic (14 puntos, 3 rebotes, 16 de valoración para un jugador que no le servía a Unicaja) y un muy buen trabajo de Arteaga (14 puntos, 13 rebotes) en ambas zonas, decidió el partido. La aparición de Adams como principal recurso llegó demasiado tarde, ya no había tiempo para otra reacción. Cuatro puntos de Pressey acabaron con cualquier duda sobre la victoria colegial. Hay vida en Estudiantes.
Monbus Obradoiro 86-83 Valencia Basket
Inicio fantástico de Obradoiro en el tiro exterior. Tres triples en los primeros minutos fueron la primera muestra de la eficacia del equipo gallego en el perímetro. El acierto rival en el tiro de tres no era el único problema para Valencia Basket, que sufría con la intensidad defensiva de Obradoiro. Mejoró con dos bases en pista. Los puntos de Vives estrecharon el marcador pero los de Moncho Fernández volvieron a recurrir al triple para estirar de nuevo la diferencia en la parte final del primer cuarto. Para colmo de males, Kravic (14 puntos, 6 rebotes, 18 de valoración) también hacía daño en la pintura. Fue capaz de anotar por dos veces en la cara de Dubljevic. No tenía buena pinta para el equipo valenciano (18-28, min 13) hasta que empezaron a entrar los triples. San Emeterio ofició de revulsivo rompiendo la defensa rival con sus entradas a canasta. Inagotable. Fue el artífice de un parcial de 2-13 que puso por delante por primera vez a Valencia Basket (34-36, min 16). Sin embargo, el acierto en el triple regresó a tiempo para que Obradoiro recuperara de inmediato el mando en el marcador. Dos buenas entradas a canasta de Pozas al filo del descanso dieron una pequeña ventaja a los locales en el intermedio (44-42, min 20). Las alternativas en el marcador serían la constante en los primeros minutos del tercer cuarto. Valencia Basket resistió el acierto rival en el tiro exterior metiendo buenos balones dentro de la zona para Dubljevic (12 puntos, 7 rebotes, 19 de valoración) y Labeyrie (13 puntos, 4 rebotes, 16 de valoración). Y siempre podía acudir a San Emeterio (20 puntos, 5 rebotes, 21 de valoración), tan eficaz como en la primera parte. De nuevo protagonista de un parcial de 0-10 que otorgó una renta cómoda para Valencia Basket (58-65, min 28). Se le torcía el partido a Obradoiro pero apareció providencial Czerapowicz (15 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes, 21 de valoración) al inicio del último cuarto para sacarle del embrollo. Varias buenas acciones en defensa que tuvieron continuación en el acierto en el lanzamiento. Los pivots mantenían ligeramente por delante a los visitantes pero entre Daum (16 puntos, 4 rebotes) y De Zeeuw se encargaban de igualar el marcador. Un triple de Czerapowicz puso por delante a Obradoiro a minuto y medio del final pero no los locales no acababan a rematar a un rival desacertado en el tramo final del encuentro. Sin embargo no se les escaparía la victoria. Una canasta de Daum a cuatro metros significó medio partido. Van Rossom facilitó el trabajo fallando el primero de sus dos tiros libres. Una antideportiva sobre Czerapowicz selló el fin de la racha de triunfos de Valencia Basket. Un triunfo muy valioso para que Obradoiro continúe navegando por aguas tranquilas.







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