Después de dos jornadas de playoffs en las que todos los favoritos ganaron sus partidos, algunos con mayor facilidad que otros, y después de una jornada como la de ayer, con cuatro partidos verdaderamente descafeinados en los que los cabezas de serie se montaron auténticos festines de anotación a costa de equipos claramente inferiores, llegó la primera sorpresa. Tuvieron que ser los Bulls, que ante los Nets habían sufrido una apabullante derrota en el partido anterior de la serie, los que reivindicaran a los conjuntos que todavía no han dicho su última palabra. Por fin, Chicago se mostró como el equipo ultradefensivo que es, y no permitió a Brooklyn sobrepasar los 90 puntos. Impresionante partido en conjunto de los Bulls, que dejaron a los Nets en un triste 35% en tiros de campo. Tuvieron a 5 jugadores por encima de los dobles dígitos de anotación, comandados por los 15 puntos y 10 rebotes de Luol Deng. Ahora la serie se marcha a Chicago, con un 1-1 en el marcador que indica que podría ocurrir cualquier cosa en los próximos encuentros (90-82). Por si fuera poco, el otro partido de la jornada sí demostró ser la serie que todos esperábamos. Se enfrentaron por segunda vez los Grizzlies ante los Clippers, y aquello sí fue una auténtica batalla campal. Todos los ingredientes perfectos para un gran encuentro de playoffs se vieron anoche: lucha, equipos igualados en todo momento en el marcador, competición entre bases, un pique espectacular entre Randolph y Griffin, además del característico flopping de los jugadores de los Clippers… se llevó el gato al agua Chris Paul, demostrando por qué es uno de los bases más decisivos de la liga (si no el que más). Después de la igualdad mostrada durante todo el encuentro, en los momentos finales del mismo, apareció el pequeño base para poner el 2-0 en la serie y complicarle las cosas mucho a los ositos. A falta de un segundo para el final, y después de que Marc hubiera puesto el empate a 91 en el marcador, apareció el base con una bandeja espectacular por encima de todo el mundo. Dio igual que lo defendiera Allen, o que Darrell Arthur tratara de hacerle un tapón, Paul estaba por encima de todos ellos, y es el factor determinante que va a decidir si los Clippers terminan venciendo en la serie o si se quedan a las puertas… (91-93).