Cualquier cosa que haga Kobe ya no se la espera casi nadie. Que a su edad siga teniendo actuaciones como la de ayer frente a Portland, eso sí que era más difícil de imaginar al principio de temporada. Después de un primer cuarto horrible, en el que los Blazers terminaron con 43 puntos, una auténtica barbaridad, y un final de primer tiempo con los angelinos a ocho puntos de distancia, fue el turno de Bryant. Llevaba 28 puntos anotados en la primera mitad, lo que hacía presagiar un gran partido. Pues el escolta angelino se fue hasta los 47, demostrando por qué los Lakers no van a quedarse sin playoffs este año. Da igual lo que ocurra, Bryant es demasiado jugador como para perderse la postemporada. Mención especial al duelo que mantuvieron Kobe y Lillard, que terminó con 38 puntos, demostrando por qué es el rookie del año, y por qué empieza a aspirar a cosas mayores desde ya. El próximo partido es contra Golden State, de los cuales recibieron una auténtica paliza la última vez que se enfrentaron. Habrá que ver lo que ocurre esta vez… (113-106).  En el otro partido grande de la jornada, los Nuggets consiguieron su vigésimo-primera victoria consecutiva en casa ante unos Spurs que hicieron lo imposible para evitarlo. Poco se puede hacer cuando entre Chandler y Brewer se combinan para 57 puntos… y si encima Iguodala acompaña con un triple-doble, los Spurs solo pueden aguantar el chaparrón. De esta forma, los Spurs parece que van a perder, con casi toda seguridad, la primera plaza del oeste a costa de los Thunder (86-96). También vencieron los Nets a costa de los Celtics en el Garden gracias al partidazo de Deron, que terminó con 29 puntos y 12 asistencias. El choque estuvo marcado por las declaraciones de Garnett antes del partido, en las que hablaba de cierta ex mujer de un tal Humphries (si miráis en internet tenéis toda la información acerca de lo que ocurrió entre Kardashian y él). Los Celtics lucharon hasta el final a pesar del mal partido de Green, con un 4/17 en tiros de campo (101-93). El otro equipo que se jugaba algo de verdad eran los Mavericks, que se han descolgado casi definitivamente de la lucha por la octava posición del oeste con una derrota inesperadísima ante los pobres Suns. El karma le devolvió a Phoenix la mala suerte (o la mala cabeza) de Jermaine O’Neal palmeando un balón en el último segundo que se salía del aro, y vencieron a los Mavs con más facilidad de la esperada. Destacó Dragic con 21 puntos y 13 asistencias, demostrando que es un base de muchos quilates (102-91).